A 48 años del paso de la llamada “Caravana de la Muerte”, la Municipalidad de Cauquenes llevó a cabo una ceremonia de conmemoración a los cuatros cauqueninos asesinados en 1973.
Por primera vez, se decretó un duelo comunal con motivo de las víctimas de la Caravana de la Muerte en Cauquenes. Dicho documento que aprobó la Alcaldesa Nery Rodríguez, se argumenta que “teniendo presente que es un hecho público y notorio que la mañana del día 04 de octubre de 1973 los jóvenes socialistas Miguel Muñoz Flores de 21 años, Pablo Vera Torres de 22 años, Manuel Plaza Arellano de 25 años y Claudio Lavín Loyola de 29 años fueron asesinados por personal militar al mando General Sergio Arellano Stark, en la comuna de Cauquenes, a razón de haber sido activos militantes del gobierno de la Unidad Popular dirigido por el Presidente Salvador Allende Gossens entre 1970-1973”, es que se establece este día como de reflexión.
La ceremonia, presidida por la primera autoridad comunal de Cauquenes, contó con el izamiento de una bandera con cuatro claveles para rendir homenaje a las víctimas de esta masacre acompañada de un emotivo mensaje de la jefa comunal.
Adicionalmente, se firmó -simbólicamente- un documento de “Compromisos por los Derechos Humanos”, las que suscribieron los Concejales Matías Castro, Juan Carlos Soto y Nelson Rodríguez, además del Administrador Municipal, Rafael Correar y la Alcaldesa Nery Rodríguez.
Compromiso por los Derechos Humanos
Con fecha 11.09.1973 las Fuerzas Armadas y de Orden lideradas por el General Augusto Pinochet Ugarte se levantaron en armas contra el gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens, iniciándose desde ese día una cruda dictadura cívico-militar por diecisiete años en Chile, marcada por una política de represión y violación sistemática de los derechos humanos de los adversarios políticos.
En ese contexto con fecha 04.10.1973 la represión más cruda llega hasta la comuna de Cauquenes, llevándose la vida de cuatro jóvenes Cauqueninos: Miguel Muñoz Flores de 21 años, Pablo Vera Torres de 22 años, Manuel Plaza Arellano de 25 años y Claudio Lavín Loyola de 29 años a manos de fuerzas militares lideradas por el General Sergio Arellano Stark condenado por crímenes de lesa humanidad.
Para muchos dichos acontecimientos eran cosa del pasado y no tiene relevancia en la actualidad, sin embargo, durante las movilizaciones sociales posteriores al 18 de octubre, 2020 fuimos testigos como el abuso de efectivos policiales y fuerzas armadas contra manifestantes se hicieron notar, dejando en claro que aun en Chile no se tiene claro que es, el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Por la presente quienes suscribimos, nos comprometemos en nuestra calidad de autoridades públicas, candidatos y candidatas, a respetar y promover de manera irrestricta los derechos humanos universalmente reconocidos, y en atención aquellos declaramos a dar nuestro mayor esfuerzo para:
- Potenciar políticas públicas que busquen la promoción y defensa de los Derechos Humanos reconocidos por Chile.
- Promover políticas públicas para establecer medidas de reparación efectivas a víctimas y familias de violaciones a derechos humanos.
- Defender el derecho a la vida que es el derecho elemental para el desarrollo humano en sociedad y en consecuencia repudiar todo atentado a este, más aún cuando es por diferencias de opinión, políticas ideológicas de etnia o religión.
- Compromiso con la paz, la justicia, la memoria histórica y la defensa de las garantías fundamentales que dan sentido a la dignidad humana y a una democracia real.
- Que las diferencias políticas jamás puedan ser resueltas por la violencia.
- Que los criminales de lesa humanidad no gocen de ningún privilegio, reconocimiento o monumento a su nombre, realizando todas las acciones a fin de revertir todo reconocimiento oficial a las figuras de violadores de derechos Humanos.
- Terminar con cualquier homenaje a los civiles y/o militares que impartieron órdenes a subalternos que hayan provocado vejámenes o violaciones a derechos humanos.
- El fin a todo discurso de negacionismo sobre los sucesos ocurridos durante la dictadura cívico militar, respecto a la verdad de lo sucedido que dan cuentas informes como el Retting o la comisión Valech.
- Fin a todo de discurso de empate moral, es necesario que todas las autoridades exhiban empatía y respetos por las víctimas y familiares de violaciones de derechos humanos.
La democracia plena la alcanzaremos cuando nuestras heridas del pasado sean realmente sanadas y curadas, porque una república sana jamás podrá ser levantada sobre la base de la mentira, el silencio, la muerte y la tortura, para que nunca más en Chile y en ningún lugar del mundo.