8 me marzo de 1957, en aquel fatídico día en Estados Unidos las trabajadoras de la industria textil en Nueva York salieron a protestar a las calles por mejoras laborales, en especial por los sueldos miserables y los tiempos para uso personal, ya que -por ejemplo- no contaban con permiso para ir al baño. El resultado de dicho levantamiento fue que la policía, por orden de los empresarios, abrió fuego contra quienes marchaban y murieron 120 mujeres.
No hay nada que celebrar, es un día para reflexionar sobre lo que nos hace diferentes, sobre nuestras tareas pendientes. Este año la Coordinadora Feminista a nivel nacional, en conjunto con una serie de organizaciones, se han sumado a la convocatoria que gira en torno a un petitorio que tiene como objetivo «visibilizar la realidad que como mujeres vivimos, situando el papel histórico de las mujeres en la lucha y en el trabajo y demostrando que no somos una fuerza minoritaria. Nos proponemos hacer llegar a cada mujer el mensaje de que no está sola».
- Fin a la violencia política, sexual y económica hacia mujeres, disidencias sexuales, cuerpos racializados, migrantes y comunidades. Denunciamos la justicia patriarcal y racista. ¡No más femicidios en la impunidad!
- Trabajo digno, estable y seguro para todxs. Fin a las AFP. Por un nuevo sistema de seguridad social, salud y cuidados. ¡Cuidar y criar también es trabajar!
- DDHH y constitucional a la vivienda digna. Producción social del hábitat en manos de pobladoras y pobladores. Banco de suelos y movilidad.
- Nueva ley de migración con enfoque de derechos y género. Libre organización y sindicalización de mujeres migrantes. Transversalizar el antirracismo en el feminismo.
- Despenalización social del aborto. Derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito. Reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos como DDHH.
- Justicia y verdad ante violaciones de DDHH que precarizan la vida. Construir memoria feminista, antirracista, antipatriarcal, anticolonial y anticapitalista como herramienta para las luchas y resistencias.
- Derecho a la educación artística interdisciplinaria. Nuevo sistema de financiamiento público a cultura la cultura y las artes. Ley de medios en Chile con perspectiva feminista.
- Fin al extractivismo: No más zonas de sacrificio. Soberanía y autodeterminación de pueblos y territorios en resistencia. Desmilitarización en Wallmapu. Justicia para macarena Valdés, Camilo Catrillanca y todxs los que luchan.
- Activismo feminista en todos los territorios. Reconocimiento social y tipificación de incitación y crímenes de odio. Programas educativos sobre disidencias sexuales y género en educación y salud pública y privada.
- Educación como derecho social desmercantilizado. Modelo educativo democrático, no sexista, anticolonial y laico.
Dentro de la provincias las mujeres se han auto convocado para realizar una serie de acciones orientadas a difundir conmemoración.
Por: Mónica Díaz
Cauquenes, marzo de 2019