Solidaridad en Acción

A pocos días de terminar la campaña de voluntariado del Hogar de Cristo, es importante reflexionar sobre el rol que cada uno de nosotros tiene en la construcción de un país justo e impregnado de solidaridad. Todos estamos invitados a ser protagonistas de la sociedad en que vivimos, no podemos quedar indiferentes ante el dolor en que viven más de dos millones y medio de compatriotas que enfrentan a diario la pobreza. Poner la solidaridad en acción, esto es, vivir la vida desde un talante de gratitud y alegría y ser generoso con lo que tengo y lo que soy, es la invitación que nuestra fundación quiere hacer a la comunidad.

Para lograr este desafío es preciso tomar conciencia de cuánto he recibido de Dios en términos de vida, salud, belleza, inteligencia, familia, talentos, educación, cultura, trabajo, oportunidades y constatar que tras cada uno de estos regalos está la acción generosa del Padre quien se me ha dado gratuitamente. Creer que somos un tesoro querido y salvado por el Señor, que ha dejado su huella de amor en cada ser humano, que somos únicos e irrepetibles, su joya más preciada. San Alberto Hurtado comprendió a cabalidad su ser criatura predilecta y por ello vivió “Contento Señor Contento”.

A través del voluntariado podemos conocer y vincularnos con las personas que viven en pobreza, pero a la vez ganamos una experiencia de vida que cambia nuestra mirada y activa nuestro compromiso con la superación de la pobreza.


Al compartir mi tiempo con otros estaré haciendo donación de mí mismo. Nos ejercitaremos en la más profunda y noble de las actitudes humanas, la de amar y servir a los demás. Estaremos contribuyendo a generar una convivencia más pacífica, justa y fraterna, construyendo la patria que nos merecemos. Hay mayor alegría en el dar que en recibir.

Por: P. Agustín Moreira, sj

Capellán General Hogar de Cristo

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