
Traslado de embarcaciones desarrollado a primera hora del viernes, permitió a los pescadores y sus familias concentrarse en gran parte del día en sólo ponerse a resguardo en las zonas más altas de Pelluhue y Chanco.
El adelantar la evacuación de personas y bienes desde el viernes muy temprano, trajo como beneficio que la comunidad costera de la provincia de Cauquenes, enfrentara de mejor forma la seguidilla de fuertes olas que llegaron a la zona.
El traslado de embarcaciones desarrollado a primera hora del viernes, permitió a los pescadores y sus familias concentrarse en gran parte del día en sólo ponerse a resguardo en las zonas más altas de Pelluhue y Chanco.
La cantidad de personas que se trasladaron a refugios o casas de familiares o propias ubicadas lejos de las playas, según la Gobernación Provincial, fueron cerca tres mil.
Las tareas de coordinación de los servicios públicos y privados estuvieron a cargo del jefe Provincial de Emergencias Jorge Rojas, quien contó con el apoyo del gobernador Guillermo García y del alcalde de Pelluhue Carlos Zuñiga y de la alcaldesa de Chanco Viviana Díaz, a los que se sumaron el prefecto de Linares y eljefe Provincial de la PDI, quienes reforzaron los servicios de vigilancia y apoyo policial.
Lo anterior permitió que llegada la medianoche todos se concentraran en tareas de observación de lo que ocurriría en el mar.A pesar de que las primeras indicaciones entregadas por la autoridad hablaron de la llegada de las olas alrededor de la una de la madrugada, finalmente los primeros indicios de variaciones en el mar se percibieron ya cerca de las 4 de la mañana.
Desborde hacia la calle
Desde esa hora se sucedieron alzas y bajas en el nivel de mar, acompañadas de fuerte oleajes que tuvieron su epicentro en la costanera de la playa principal de Pelluhue donde el agua golpeó el muro de contención existente en ese lugar y a ratos se desbordó hacia la calle, sin causar mayores problemas en las personas ya que la zona estaba aislada por efectivos policiales y de Bomberos.
Una situación similar ocurrió en Curanipe, donde el nivel del agua llegó hasta el borde de la calle que se encuentra en la parte baja de la Municipalidad, causando a ratos inquietud entre la población que temió un desborde similar al ocurrido el 27 de febrero del año anterior, lo que finalmente no ocurrió.
El regreso de las personas desde las zonas más altas comenzó a registrarse desde temprano y es así como pasadas las 09.00 horas de ayer el comercio comenzó a abrir sus puertas y la vida lentamente volvía a su curso normal, aunque los rostros de todos demostraban claros signos de cansancio y agotamiento luego de vivir una larga noche.
