El máximo líder de la Iglesia Católica, este martes, afirmó que era «justo pedir perdón» y que sentía «dolor y vergüenza» por el «daño irreparable» causado a los niños víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia católica en Chile.
En el primer acto oficial de su visita en Chilem y en un discurso ante las autoridades en el Palacio de la Moneda, el Papa Francisco dijo: «No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia».
«Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir», señaló Francisco.
Por la tarde, a la hora de almuerzo, el pontífice sostuvo un encuentro privado con víctimas de pederastia de la Iglesia, según informó el portavoz del Vaticano, Greg Burke, y de quiénes no se conoció identidades. «Solo el papa y ellos y de este modo han podido contar sus sufrimientos, que les ha escuchado y orado con ellos», indicó el portavoz.
Cuestionamientos por la presencia de Barros
Pese a las disculpas, Francisco fue criticado por la presencia del cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros, en la misa masiva celebrada en Santiago. Figuras políticas y religiosas hicieron ver la disonancia entre la sinceridad de la disculpa del pontífice, pues Barros ha sido indicado como encubridor de sacerdotes acusados de violación y abuso de menores.
Mira el momento en que el Papa Francisco pidió perdón por los abusos
