"Amar la tierra, llorar por ella y clamar con la mano en el corazón por el pueblo… no basta"

Es inevitable recordar la historia, a propósito que en septiembre se cumplieron cuarenta años de un hecho que marcó inexorablemente las generaciones de chilenos y chilenas con pasmosas divisiones y radicalismos que lamentablemente hasta el día de hoy subsisten querámoslo o no. 

La vida del país no comienza ni termina en 1973, la peculiaridad de los pueblos originarios; invasores extranjeros; inmigrantes y la innumerable diversidad de factores y sucesos han forjado la personalidad social de Chile que en el éxito y en el fracaso, en acciones heroicas y rufianes como periodos gloriosos u horrorosos la mayoría de los chilenos representan y desean credibilidad, cordura y concordia.

Pero en la actualidad, aparentemente poco y nada puede cambiar el escenario y el futuro irremediable nacional como a nivel local, respecto a los vicios y desvergüenzas en órganos de la administración pública protagonizados especialmente por figurillas que han trepado finalmente al poder a través de elección popular y que en la mayoría de los casos con su actos u omisiones no representan la verdadera demanda de la ciudadanía pensante que exige a un estado -aunque defectuoso- e instituciones como autoridades que estén al servicio de las personas y promover el bien común para todos y no para interés personal o aliados.

Lo anterior se agrava cuando se propaga la manipulación repugnante de la información y de los medios para encubrir y distorsionar contextos o hechos groseros mediante distractores y cortinas de humo, muestra clara de esto, apropósito de historia, fue el periodo de la dictadura militar liderada por quien sindican como uno de los principales tiranos y crueles de la historia mundial reciente. Cuando personajes complejos y de rasgos, a momentos liados, se toman por la fuerza o logran llegar vía elecciones a un poder y ostentar autoridad, en esos casos todo vale y todo es posible. Detestan la crítica, aborrecen la oposición, el debate de ideas y por supuesto en sus mundos internos repletos de autoconvencimientos y negación de realidades, desearían estar solos para manejar y transgredir antojadizamente las normas básicas.

La ciudadanía pensante no debe estar ajena e impasible a hechos locales que están en pleno desarrollo y que vergonzosamente involucran a autoridades con investigaciones judiciales que eventualmente y posiblemente podrían revestir carácter de delitos de cuello y corbata con recursos públicos. No es, ni será jamás motivo de agrado alguno; no es inspiración de alegría por ningún caso que el nombre de Cauquenes este presente a nivel nacional por hechos contenciosos protagonizados por autoridades, sea cual sea las diferencias de ideas o puntos de vista, al contrario produce lamento y vergüenza.

Es esperable que la situación actual lleve a reflexionar y enmendar decisiones erráticas por parte de los electores al momento de elegir a sus autoridades locales; es esperable también, que ser testigos de irrefutables hechos expuestos por si solos o señalados por valientes fiscales que se atreven a seguir la pista y enfrentar a difíciles redes, tengan sus frutos mas allá de lo judicial o condenatorio, sino también estos hechos promuevan la meditación y el análisis de los ciudadanos y especialmente de las nuevas generaciones que en lo posible deben abrir los ojos y despercudirse de embaucamientos mediáticos y poco serios que a la postre sitúan al terruño en titulares negativos que nadie en su sano juicio quiere ver ni leer.

Amar la tierra donde se nace, llorar por ella y clamar con la mano en el corazón por el pueblo en emotivas y desbocadas arengas no basta, si no, se debe traducir en probidad máxima, no permitir ni el más mínimo cuestionamiento ni poner en riesgo el prestigio de un pueblo y de sus cuidadnos, ni pretender amordazar a medios ni personas que piensan distinto o manipular sin límites con yugos, mordazas o viejas prácticas propias de tiranos, regímenes abusivos o de facto y en este contexto hace sentido las palabras de John Kenneth Galbraith,  economista estadounidense, “para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula”.

Por: Roberto Romero Yáñez

2 comentarios

  1. Muy buena reflexión frente a los que hemos nacido en esta tierra Cauquenina y a los que se han adherido a ella con mucho amor, demostrando con hechos ciertos y valederos que han luchado por ella.
    Ahora respecto a las autoridades que tenemos hoy “son realmente una vergüenza”, pues las ansias de Poder de los que por casualidad los nominan los partidos por el hecho de estar en bares y cantinas, van adquiriendo fama entre sus pares y así la han ido creciendo en el tiempo, ya que si analizamos cauquenes ha pasado por un porcentaje de alcoholismo muy acentuado ,de una vez en este caso “ha desprestigiado la política y la de nuestras entidades representativas que tuvieron una importancia innegable tiempo atrás.
    Cauquenes hoy frente a la información debe cambiar de rumbo y lograr que esto como un pasado negro “de asesinatos de imágenes a varios, mentiras, distorsión de la verdad,persecusución a los que piensan distinto, compra de los medios de información etc., etc., etc. tal como lo fue hace años atrás. Cauquenes vive un momento macabro donde se hacen ricos a costa de los recursos de la comunidad unos cuantos y que muchos saben y comparten ,y eso que el Presidente Piñera los llama “cómplices pasivos”; Cauquenino reflexiona a tiempo, porque esta vida que llevan hoy nuestras autoridades serán juzgadas y castigadas tal como sucede con situaciones de los delincuentes y que en el mañana los delincuentes con cuello y corbata caerán sin beneficio ,porque han sido “traidores del pueblo de Cauquenes en los peores momentos de nuestras vidas”

    Me gusta

  2. Felicitaciones por el artículo… Estoy muy de acuerdo con usted y es un claro ejemplo de lo que esta ocurriendo… Ejemplo de ello es lo que ocurrió después del terremoto, basta ya de hacer todo a lo compadre y dar a los que piensas y quieren como ellos y no a los que piensan y quieren distinto… Cauquenes es una ciudad a la que pertenecen todos, sin exclusión de nadie…. Recuerden que somos chilenos y por ende todos somos hermanos que deseamos lo mejor… Viva Cauquenes.-

    Me gusta

Deja un comentario