La niña víctima de un historial de ultrajes sexuales, tenía 13 años cuando producto de la violación dio a luz a un bebé luego de cinco meses de gestación.
El embarazo de una niña de 13 años y posterior alumbramiento de un bebé de cinco meses de gestación fueron las consecuencias de las reiteradas violaciones de las que fue víctima una menor desde que tenía 10 años en adelante, por parte del conviviente de su madre identificado como Luis Andrés Vega Aravena, quien fue condenado por estos hechos cumplir una pena de siete años de cárcel.
Las violaciones ocurrieron en reiteradas ocasiones en los domicilios familiares que tenían en diversas ciudades de Chile, donde el imputado viajaba a trabajar en el ámbito de la construcción. De este modo, en el juicio se dio por acreditado que en Tomé y Parral ocurrieron diversos ataques sexuales que se prolongaron hasta que la menor tenía tres meses de embarazo. Durante el juicio la niña relató que el imputado la sometió a trabajos pesados y diversas fórmulas con la finalidad de ocasionar la pérdida de la guagua.
Los hechos que se dieron por probados se refieren a una violación reiterada desde que la víctima tenía 10 años aproximadamente en Tomé y Parral, donde finalmente en Parral y producto de las violaciones reiteradas la menor quedó embarazada. Esto se dio por acreditado por el Tribunal el que decidió condenar al imputado por violación reiterada imponiéndole una pena de 7 años que deberá cumplir de manera efectiva, explicó el fiscal jefe de Parral, Nelson Riquelme.
La niña, de 13 años de edad, dio a luz a su hijo con cinco meses de gestación. Durante el juicio el fiscal presentó como prueba el examen de ADN del niño, de actuales dos años y medio, que acredita la paternidad del imputado.
Actualmente la menor y su hijo están al cuidado de una tía y además sometidos a tratamientos reparatorios por el daño sufrido por el delito.

