El Gimnasta chileno clasificó a las finales de Salto y Suelo. Su entrenador aseveró: «Ambicionamos lo máximo… y eso es la medalla».
Tomás González, bajo la dirección técnica del profesor Yoel Gutiérrez, comenzó su presentación en salto, primero con el Triple Carpado hacia atrás (17.0 puntos de valor de partida), para el cual recibió el máximo puntaje de su carrera deportiva con merecidísimos 16.433. Y luego ejecutó el Yurchenko Mortal Extendido Doble y Medio Giro (16.6), por el que recibió 15.865 para un promedio de 16.149. En suelo, Tomás González con una gran rutina obtuvo un puntaje de 15.533.
Luego que Tomás González lograra ayer el histórico ingreso a las finales de suelo y salto de los Juegos de Londres 2012, su entrenador, Yoel Gutiérrez, señaló que, “es una satisfacción muy grande el haber cumplido ese objetivo tan grande que teníamos como desafío, que se ha cumplido con creces (…) Este es el triunfo de la dignidad, de la moral, de la disciplina, del espíritu deportivo y sobre todo del trabajo constante».
Para el entrenador cubano, el hecho de «haber cumplido con estos objetivos tan grandes, porque a estos niveles ya después de este evento ya no hay nada más, lo único que hay que buscar es medalla de la humildad. Eso sí no lo alcanza cualquier ser humano, hay que entrenar muy duro para alcanzar la medalla de la humildad. Tenemos que trabajar duro enfocados a un resultado, por más grande que sea. Esa es mi filosofía como entrenador, como profesor y como ser humano’’.
Respecto de las aspiraciones de la dupla para las finales suelo y salto, el entrenador Gutiérrez señaló: “Como siempre he planteado, nuestro objetivo era entrar en la final olímpica. Una vez cumpliendo con ese objetivo, ahora tanto el deportista como el entrenador ambicionamos el máximo resultado posible y ese resultado es la medalla. Vamos a evaluar junto con el deportista cuáles son nuestras reales posibilidades».
Yoel Gutiérrez, finalmente dijo: «Vamos a ver el por ciento -si es el uno, el cincuenta o el que sea- y vamos a estrujarlo al máximo. Siempre he dicho que no le tengo miedo al éxito y mucho menos al fracaso. Es por eso que en Chile planteé -antes de salir- que si nuestro deportista no lograba una final olímpica, mi proceso era un fracaso. Soy un entrenador que no juega a la segura, no trabajo a la segura (…) Eso me hace ambicionar cosas grandes’’.

