Las crecientes protestas de estudiantes, profesores y apoderados son la constatación de que el modelo educativo chileno cumplió su vida útil y, por tanto, se requiere crear uno nuevo para atender las justas demandas sociales de enseñanza de calidad sin ruina económica para las familias. Así lo aseguró la Senadora del Partido Demócrata Cristiano por el Maule Sur, Ximena Rincón, quien llamó a entablar un diálogo social y político amplio no para mejorar lo que hay, sino que dar vida a un modelo nuevo.
“Esto no es un problema de Gobierno o Concertación, sino que algo mucho más profundo. El sistema que durante décadas se utilizó para educar a nuestros niños y jóvenes, ya no resuelve las necesidades del país y seguir administrándolo es agregar leña a la hoguera. No lo entendieron nuestros Gobiernos y este, al parecer, tampoco, porque insiste en mantener un modelo que tocó fondo, por eso más que buscar soluciones de parche, hay que crear sistema que asegure calidad, sin que ello signifique la ruina económica para miles de familias”, sostuvo la parlamentaria.
Agregó que la educación es un derecho que debe garantizar el Estado y no las familias, porque en ese escenario Chile no podrá superar su principal enemigo en el siglo XXI, que es la desigualdad.
“En el siglo pasado y a comienzos de este encontramos el camino para comenzar a derrotar la pobreza, no así las indignantes desigualdades que hay en nuestro país y que este modelo perpetua, porque por anchas o por mangas, siempre termina favoreciendo a los que tienen más y pueden pagar por educación de calidad desde la enseñanza pre básica a la universitaria. En cambio, los más pobres y la clase media, se quedan con lo que queda y más encima tienen que pagar el 80 por ciento de su educación superior cuando logran acceder a ella, mientras el Estado aporta sólo un 20. Esta ecuación debe cambiar”, aseguró la legisladora.
La Senadora DC pidió humildad del mundo político no sólo para reconocer los errores que provocaron esta crisis, sino que también para escuchar y asumir muchos de los planteamientos que hoy hacen los estudiantes movilizados y que son de entera justicia y necesarios de asumir para tener un país no sólo desarrollado, sino que también justo. “Tenemos sentarnos, escuchar, consensuar y cambiar, porque lo único claro hoy en la educación chilena es que no podemos continuar en las actuales condiciones, porque como todos queremos a los estudiantes en las salas preparándose para ser un aporte al país en un sistema que combine calidad y acceso igualitario”, concluyó.
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