Durante los años 2004 y 2005 Arnoldo Valdés Bravo de 23 años haciéndose pasar como «profeta» o en algunos casos «hijo de dios», engañaba a pequeños de la ciudad de San Clemente a quienes les manifestaba que era capaz de transmitirles poderes divinos besándolos en la boca.
De esta forma pudo abusar sexualmente de varios pequeños que fueron engañados por Valdés Bravo quien además les realizaba tocaciones en diversas partes de su cuerpo incluyendo los genitales.
Tras una larga investigación que finalmente terminó en juicio oral la Fiscal especialista en delitos sexuales Claudia Díaz con el apoyo de los testimonios de las propias víctimas y diversos peritajes, pudo establecer la efectiva ocurrencia del delito de abuso sexual.
«La forma de actuar de este sujeto era muy particular. El acusado se hacía llamar profeta y de esta forma a menores de San Clemente les refería que tenía dones divinos. Estos menores que a la ocurrencia de los hechos tenían 12 y 13 años de edad, por su inmadurez accedían a estos besos en la boca y otras tocaciones con la esperanza de recibir estos dones, cosa que por cierto era falsa pero que ellos tomaron como creíble», afirmó la Fiscal Díaz.
Gracias a las contundentes pruebas entregadas por la Fiscalía el Tribunal Oral en lo Penal de Talca determinó condenar a Arnoldo Valdés por el delito de abusos sexual dictando una sentencia en su contra de tres años y un día de presidio, sin beneficio de libertad vigilada.
Se le condenó además a la prohibición absoluta de estar a cargo de menores de edad y a la vigilancia de la autoridad durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena principal.

