El 20 de abril del 2008 una joven madre de sólo 20 años fue brutalmente atacada por su esposo Víctor Fuenzalida Padilla de 26 años. Un llamado a Carabineros por parte de la suegra de la mujer permitió que los efectivos policiales llegaran al domicilio justo en momentos que el condenado con sus manos extrangulaba a su esposa. Luego de no reaccionar ante los dichos de Carabineros los efectivos tuvieron que hacer uso de la fuerza para lograr arrebatarle a la mujer.
Tras ocho meses de investigación que comenzaron con las primeras diligencias a cargo de la Fiscal Loreto Escobar y que luego continuó el Fiscal Héctor de la Fuente, el autor de este delito logró ser condenado en sentencia entregada ayer viernes dos de enero a la pena de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio y a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y de inhabilidad abosoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, en su calidad de autor del delito de parricidio frustrado previsto y sancionado en el artículo 390 del Código Penal.
La causa por momentos se vió complicada debido a las diversas amenazas de muerte a la cual fue sometida la víctima debiendo operar la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía, organismo que le brindó a ella y a sus cuatro hijos, todas las medidas de protección y tranquilidad que finalmente le permitieron continuar el juicio en contra del sujeto que casi le causó la muerte. La madre y los pequeños aún están bajo el tratamiento y cuidados de esta especial Unidad de la Fiscalía.
Un trabajo coordinado de la Fiscalía y sus organismos auxiliares permitió – en sólo ocho meses – llevar a prisión a una persona que estaba dispuesta a terminar con la vida de su esposa, pudiendo haber aumentado así la lamentable lista de mujer asesinadas en nuestro país por sus parejas.
