#OPINIÓN: En estos días se inició el proceso de postulación a las universidades chilenas, la realidad de los alumnos de grandes centros urbanos, como Iquique, Puerto Montt o La Serena, es muy distinta a la de los alumnos de capitales provinciales con limitada, o inexistente oferta académica, como Cauquenes o Quirihue, diferencia que juega en desmedro del desarrollo de estas ciudades.
Por: José Gerardo Moya Cancino, Doctor en Química, Física y Catálisis
En enero, se dieron a conocer los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), y se dio inicio al proceso de postulaciones a las distintas universidades. Al igual que sus pares de otras ciudades, como Talca o Concepción, los jóvenes cauqueninos que podrán enrolarse en alguna universidad iniciaron el proceso de matrícula en sus respectivas casas de estudio. Lamentablemente, hay un gran factor que los diferencia, nuestros jóvenes tendrán que dejar a sus familias, amigos, red de contactos, y su ciudad para continuar con estudios superiores.
En nuestra vida, hay ciertos comportamientos que asumimos como normales. Por ejemplo, es muy normal que un niño cuando cumple cierta edad deba iniciar su vida escolar. Este es un proceso que consideramos común, y nos llamaría la atención que no sucediese, aunque hace algunos años no era el estándar. Hay que recordar que la instrucción obligatoria de educación primaria en nuestro país se estableció a principios del siglo XX, y lo que es más llamativo, la instrucción obligatoria secundaria se estableció a principios del siglo XXI, casi un siglo después que Suecia, por nombrar un país con una reconocida calidad de su sistema educativo.
Por lo tanto, en nuestra vida asumimos que ciertos procesos son normales, y realmente no cuestionamos las bases que los justifican. Todos los cauqueninos que hemos tenido la oportunidad y suerte de haber accedido a la educación superior, asumimos que debemos dejar nuestra ciudad para continuar con nuestra educación en alguna institución terciaria de nuestro país. Este concepto lo asumimos como si fuese una certeza, no cuestionamos si es correcto o no, ya que es parte de nuestra realidad. Pero, ¿es la mejor opción para nuestra ciudad, familias, y nosotros mismos dejar Cauquenes a temprana edad?
Si pensamos en algún estudiante promedio de alguna ciudad donde exista una oferta académica variada, tal como, en Valdivia, Temuco o Antofagasta, la idea de que deben dejar su ciudad para continuar estudios superiores ya no es una norma. Obviamente, algunas familias de estas ciudades quieren enviar a sus hijos a alguna institución de elite de Santiago, pero esto sería una opción, no una obligación, como es el caso de los hijos de Cauquenes. Se ha preguntado alguna vez si los estudiantes de Santiago tienen normalizado que deben dejar la ciudad para continuar los estudios universitarios, me temo que la respuesta es no. Al contrario, lo anormal es que un estudiante santiaguino deba dejar la ciudad para continuar estudios en la Universidad Austral en Valdivia, por nombrar una institución de prestigio de nuestro país.
Debido a que Cauquenes no tiene una oferta variada de estudios superiores, como una universidad, los cauqueninos hemos asumido como norma que debemos dejar Cauquenes para continuar una carrera universitaria y laboral, lo cual, juega en contra al desarrollo de nuestra ciudad, ya que cada año nuestros jóvenes talentos emigran a otras urbes. De nosotros depende cambiar este paradigma, y dejar atrás la idea de que, solo saliendo de nuestra querida ciudad, existe un futuro promisorio. Es evidente que el establecimiento de un centro de educación superior en Cauquenes, como una Universidad, permitirá ver nuestro futuro y de nuestra ciudad de una forma distinta.

Por: José Gerardo Moya Cancino, Doctor en Química, Física y Catálisis de la Universidad de Utrecht, Holanda. Académico e Investigador
