El cuadro de Mario Salas partió debió partir desde atrás para quedarse con un emocionante triunfo por 2-1. David Llanos y un agónico gol de José Pedro Fuenzalida le dieron el título a la UC. Los ‘cruzados’ aprovecharon de la caída de O’Higgins y bajaron su esquiva estrella once.
Fue una jornada emocionante de principio a fin. La Universidad Católica dijo adiós a todos sus fantasmas este sábado y en una gran muestra de reacción, venció a Audax Italiano por 2-1 en San Carlos de Apoquindo, aprovechando la dura caída de O’Higgins ante la ‘U de Conce’ y pudo encontrar por fin aquel título que había sido tan esquivo en los últimos seis años.
Bajo el aliento de su gente, la ‘Franja’ comenzó con todo, inquietando la portería de Joaquín Muñoz con intentos de David Llanos y Diego Rojas. Sin embargo, cuando era más el local, un error de Stefano Magnasco permitió que Diego Vallejos conectara un balón con su cabeza para batir a Cristopher Toselli e instalar las caras de incredulidad en los seguidores del local.
UCatolica_Audax_Carreno_lamento_2016_PSEl gol fue un duro golpe para los ‘cruzados’, del que no pudo recuperarse sino hasta el descanso. Por el contrario, los ‘itálicos’ lograban hacer daño por las bandas por medio de Sergio Santos y en el centro a través de Felipe Mora, quien fue problema sin solución para los centrales, Germán Lanaro y Guillermo Maripán.
Pero en el complemento el cuadro del ‘Comandante’ fue con todo en busca de la igualdad, mientras en Rancagua se mantenía el triunfo del ‘Campanil’. Así, ingresaron Nicolás Castillo, Roberto Gutiérrez y Christian Bravo, poblando la zona defensiva de la visita. Y el cambio de esquema le dio resultado a los 70′, cuando David Llanos recibió una gran habilitación de Bravo y con un zurdazo cruzado marcó la igualdad.
Quedaban 20 minutos y solo un gol le bastaba a la UC para ser campeón. Pero el tanto no llegaba y las caras de desesperación se tomaban las gradas. Hasta el minuto 85′, cuando José Pedro Fuenzalida apareció para adelantarse a la defensa, cabecear y convertir su gol más importante con la camiseta universitaria.
San Carlos estalló, aunque la preocupación seguía mientras se daban cinco minutos en Rancagua. El pitazo de Jorge Osorio llegó y treinta segundos después -con el final en El Teniente- el estadio por fin pudo estallar y soltar un grito ahogado durante seis años. La Católica acumuló 29 puntos y se quedó con el título del Clausura.

