El rector Álvaro Rojas abordó la evolución experimentada por nuestra Casa de Estudios desde sus orígenes y delineó los nuevos y grandes desafíos que esperan a la Institución. Además, destacó la ejecución de nuevos proyectos.
En un punto de quiebre en su desarrollo, para continuar su evolución hacia la complejidad, situó el rector Álvaro Rojas, a la Universidad de Talca, al analizar el momento en que se encuentra la institución, que el 26 de octubre cumple 32 años de existencia.
Por primera vez, la ceremonia de aniversario se celebró en el Campus Curicó, porque —en palabras de la autoridad académica—éste es parte relevante del desarrollo universitario, con seis carreras consolidadas de pregrado, mil 700 alumnos y 160 funcionarios.
El rector se remontó a los orígenes de la institución, creada sobre la base de las ex sedes de la Universidad de Chile y Universidad Técnica del Estado. Al referirse a la reconocida posición que hoy exhibe la UTALCA en el concierto nacional, precisó que, según el ranking internacional QS se encuentra entre las mejores 750 universidades del mundo, entre las primeras 50 de América Latina, y entre las siete mejores del país, posición que acaba de ratificar la revista América Economía.
Avances
Precisó que distintos indicadores dan cuenta de la posición mencionada, como la retención, al primer y tercera año, tiempos de titulación, equipamiento computacional por estudiante, oportunidades de aprendizaje de un segundo idioma, desarrollo de postgrado e investigación científica de alta densidad —36 proyectos Fondecyt Regular en ejecución, incremento de las publicaciones científicas y de las citaciones—, una matrícula de alrededor de nueve mil alumnos, de los cuales unos mil 300 corresponden a los cinco programas de doctorado, 20 magíster y a las especialidades en salud.
El rector recordó que el propósito era ser un modelo de universidad pública inspirada en la calidad, la buena gestión, la pertinencia y la proyección nacional de sus programas de formación e investigación, y la evolución histórica y los indicadores respaldan el avance. A su juicio, ese ímpetu “nos moviliza hacia la complejidad”.
Según el camino anunciado, en 2018, la Universidad debiera contar con aproximadamente 12 mil 500 estudiantes de pregrado y unos tres mil de postgrado, ofrecer 10 programas de doctorado acreditados, 30 de magister y 10 de especializaciones médicas, un Centro de Atención Clínica Ambulatoria de Alta Complejidad y 250 académicos en planta regular.
Grandes desafíos
Sin vacilar, la máxima autoridad de la U. de Talca recalcó que la Institución ha demostrado que es capaz de grandes desafíos, como quedó demostrado con la reconstrucción post terremoto del 2010, de lo que se da cuenta en la publicación “Símbolo del Chile que se levanta”.
“En nuestra opinión la discusión entre la complejidad y la regionalidad queda mejor definida, con el inicio de una nueva tendencia que apunta más a un modo de hacer universidad de excelencia desde una región del país como la nuestra, más que de constreñir desarrollos universitarios a espacios administrativos, que la autoridad política cada vez está más proclive a seguir subdividiendo y atomizando”, aseveró.
Agregó que la universidad ha allegado recursos por cerca de 20 millones de dólares en los dos últimos años para concretar obras que reafirmen la evolución hacia la complejidad, entre las que mencionó el segundo gimnasio para el Campus Talca; la construcción del edificio “Espacio Bicentenario”, en el lugar de la antigua biblioteca, que contará con sala de conciertos, aula magna y el Museo Nacional de la Escultura; ampliación de la Escuela de Psicología y de la Escuela de Música; construcción del edificio del Centro de Ingeniería de Sistemas y de la infraestructura de la Escuela de Ingeniería de Minas y los nuevos laboratorios de la Escuela de Mecánica y Mecatrónica. También mencionó la ampliación de la superficie del campus; la construcción del edificio para las escuelas de Enfermería y Nutrición y Dietética, junto a nuevas salas de clases para la Facultad de Ciencias de la Salud y la remodelación del Centro de Tecnologías de Aprendizaje.
Nueva Casa Central
Se refirió además a la reciente adquisición del ex Hotel Plaza, destinado a oficinas administrativas de la Universidad y a dependencias del Centro de Psicología Aplicada. También se ubicará en el lugar la colección de arte de la Casa de Estudios. “El racionalizar el gasto en arriendo en diversos inmuebles, el poder disponer para nuestra Corporación de uno de los escasos bienes patrimoniales que han sobrevivido a las inclemencias telúricas, lo sentimos también como uno de los roles de una Universidad Pública de excelencia como la nuestra”, afirmó.
Campus TV
Además, sostuvo que la concreción del proyecto de Televisión Digital, “nos pone en la primera línea en esta nueva tecnología de las comunicaciones en nuestro país”.
Otto Dorr
El profesor de la Universidad de Chile y la Universidad de Heidelberg de Alemania, Otto Dörr fue el invitado principal a la ceremonia de aniversario.
Dörr quien es originario de esa ciudad, destacó en una clase magistral la calidad y prestigio de la Universidad de Talca. “Participar en una actividad de esta Universidad, que se ha transformado en una de las mejores del país es un privilegio, además tienen un maravilloso campus en donde yo nací y crecí, por lo que es una doble razón por la que me sentí muy honrado con la invitación”, sostuvo.
Postmodernidad
Dörr explicó el significado de la postmodernidad, que de acuerdo a sus palabras tiene varios elementos como la duda, la separación del cuerpo y el espíritu y una mirada sobrevalorada del dinero y el trabajo, además del desprendimiento del pasado y el futuro, teniendo en consideración sólo el presente.
“Se ha perdido la vinculación con lo trascendente, estamos tan obsesionados con lo inmediato que no se piensa en una dimensión diferente y el espíritu es algo que es eterno y que se debe cultivar”, explicó.
Dörr comentó además que otro rasgo propio de esta época es la sobrevaloración de la tecnología, lo que llega a límites, por ejemplo, en el caso de los niños que están expuestos a ella muchas horas del día. “Existen estudios en Estados Unidos que señalan que los niños están frente a computadores y televisores más de 10 horas al día, lo que deforma su vida y aprendizaje”, sostuvo.

