Los principales aspectos que caracterizaron la obra de nuestro Premio Nobel revelaron poetas y estudiosos de la obra nerudiana, en una conferencia y mesa redonda organizada por la Dirección de Extensión para conmemorar los 40 años de la muerte del literato
El equilibrio entre la naturaleza y lo social en la poesía nerudiana, la dialéctica presente en ella y la gran capacidad del poeta de borrar lo inadecuado, son algunos de los aspectos principales de la creación de Pablo Neruda, que resaltaron destacados especialistas en el género lírico.
El análisis de los poetas Floridor Pérez y Naín Nómez, y del académico y ensayista Manuel Jofré se dio en el contexto de una mesa redonda, como parte del programa que elaboró la Dirección de Extensión de la Universidad de Talca, para conmemorar los 40 años del fallecimiento de Pablo Neruda.
“Como universidad pública regional sentimos que es muy relevante homenajear a un poeta de nuestra zona, de la Región del Maule, nacido en Parral y Premio Nobel de literatura. Junto con recordar, queremos destacar el legado que nos dejó. Neruda brilló en el mundo entero”, dijo la directora de Extensión, Marcela Albornoz.
Un recital poético en la Sala “Emma Jauch”, en Talca, y en el Campus Curicó, con participación de Floridor Pérez, Naín Nómez y Roberto Gómez; la exhibición de la película “Il Postino”, una exposición de fotografías de Sara Facio y una lectura dramatizada de El Libro de las Preguntas”, formaron parte del programa de conmemoración. Esta última actividad estuvo a cargo de las actrices Constanza Pérez, Valentina Soto y Carla Vergara. Además, hubo una mesa redonda con Floridor Pérez, Nómez y Manuel Jofré, precedida por una conferencia de este último, actividades a las que asistió el rector, Álvaro Rojas.
Un equilibrio
Para Manuel Jofré la poesía de Neruda es extremadamente rica y constituye una escritura casi inabarcable, pues se extiende a tres mil páginas, en 60 libros, escritos en 50 años. En su opinión, es un poeta de la naturaleza —de los bosques, el mar, las montañas, los ríos—, pero también es un poeta de la sociedad. “Me parece muy relevante que haya puesto atención tanto en la naturaleza como en la sociedad. Algunos poetas se centran más en un aspecto, pero en Neruda hay un equilibrio saludable”, afirmó. En medio de los dos ámbitos, Jofré sostuvo que “está el yo, el sujeto nerudiano”.
Observó en Neruda un poeta filósofo de la materia y del tiempo: “De la materia porque desde su primera escritura, de 1915 en adelante, él escribe acerca de los objetos, las cosas, los elementos cotidianos, tanto naturales como artificiales, considerándolos en toda su magnitud, su maravilla y revelando lo que hay en su interior y su conexión con lo humano”.
Como filósofo del tiempo, resaltó que no solo fue testigo de su época, de todo el siglo XX, sino también le preocupó el tiempo como un fenómeno especial, “el tiempo natural, el tiempo cósmico, el tiempo histórico”, lo que a su juicio se refleja a lo largo de su obra y como ejemplo de su refelxión filosófica en este ámbito mencionó Alturas de Machu Picchu y El Reloj caído en el Mar.
El profesor Jofré expresó que el ser nerudiano concluyó en un silencio “que será resuelto por alguna verdad jurídica o médica y que puede cambiar un poco lo que sabemos de la experiencia nerudiana”.
Gran Borrador
En la visión de Floridor Pérez, poeta y docente, en Neruda hay que apreciar no sólo a un gran poeta por su escritura, sino también por su capacidad de borrar y eliminar así de sus poemas las construcciones que no estaban bien. “Era muy bueno en el arte de borrar”, remarcó.
Siguiendo su punto de vista, el gran legado de Neruda es una visión de Chile desde la provincia Chilena al mundo, en una mirada globalizada, aunque su poesía “se engarza en los terrenos del padre Alonso de Ovalle, de Vicente Pérez Rosales, del abate Molina”. Sin embargo, lamentó que ese Chile profundo no está bien visibilizado por las nuevas generaciones, y él asume parte de la culpa en su calidad de profesor en la escuela rural, el liceo y luego la universidad.
Naín Nómez, por su parte, se centró en dos aspectos de la obra nerudiana, una de las cuales se refiere al proceso dialéctico que está presente en toda su poesía, cuyo repertorio textual se construye en sus primeros libros. Como una segunda característica recalcó su influencia en la poesía posterior, respecto a lo cual sostuvo que “hay un enorme traspaso”. Además, destacó que Neruda fue capaz de integrar en su poesía grandes temas, pero a partir de sus vivencias concretas.

