Estudiantes, académicos y funcionarios de la Universidad de Talca conmemoraron el Golpe de Estado

La idea de que hay que mirar el pasado para avanzar hacia el futuro e impedir que lo ocurrido vuelva a suceder en el país, plantearon los expositores en una jornada de reflexión.

Un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del golpe de Estado y la dictadura militar, puso término a una reflexión realizada en el la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales para conmemorar los sucesos en torno al 11 de septiembre de 1973. Hubo coincidencia en que lo ocurrido no puede volver a suceder en Chile y que recordar es una forma de proyectarse en el futuro con esa convicción.

Se trató de una invitación abierta para académicos, estudiantes y funcionarios y como expositores participaron el decano, Jorge del Picó; los ex decanos Irene Rojas y Javier Pinedo, y el presidente del Centro de Alumnos de Derecho, David Tobar. Como moderador intervino el director de la Escuela de Derecho, Diego Palomo.

Tobar opinó que legados del periodo que se inició con el golpe son el miedo a ser y pensar distinto y la indiferencia ante el dolor ajeno. Sostuvo que lo peor es olvidar el pasado sin dar respuestas a las familias de desaparecidos que aún viven en la incertidumbre.

Para el profesor Javier Pinedo, la reflexión es “absolutamente necesaria en una universidad pública”. En su intervención, describió el panorama que caracterizó al país en el siglo XX, sus problemas sociales sin resolver y el surgimiento de una intelectualidad que sostuvo posiciones distintas, pero que coexistían como parte de la vía de los acuerdos, hasta septiembre de 1973. Pinedo se preguntó si era una utopía hacer cambios profundos en democracia y si el destino del gobierno de Allende era el fracaso. “Con el golpe se genera una identidad fracturada”, dijo y agregó que una de los rasgos que se marcó en la dictadura era el apego a la catolicidad. “Todos los grandes criminales se declaran católicos”, afirmó.

La académica Irene Rojas, agradeció por su parte el cambio que ha generado el movimiento estudiantil en la sociedad chilena. Relató el impacto que la dictadura significó en su persona y cómo la afectó el conocimiento de las violaciones a los derechos humanos que ella comenzó a defender como estudiante de Derecho, en la Corporación de Asistencia Judicial. Confesó, además, haber sentido soledad cuando se enfrentó a lo que consideraba justo.

Irene Rojas aprovechó para rendir un homenaje al presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Talca, Eugenio Cruz.

Pasado y Futuro

“Mirar el pasado posibilita mirar el futuro”, enfatizó el decano Jorge del Picó, para quien “recordar es negar el olvido” porque si se logra, no se sabe qué hay que perdonar o a qué pedir perdón, por qué se castiga, a quién se debe tolerar o con quién reconciliarse. La verdad y la memoria histórica son las únicas vías para abrir las puertas del pasado de cara a cualquier alternativa posible hacia el futuro”, recalcó.

Junto con referirse a los distintos momentos que se vivieron desde el tiempo previo al golpe, recordó que “el país vivió un proceso de cambios profundos que tensionó al conjunto de la sociedad.” Añadió que el hombre no era el centro de las preocupaciones, sino los intereses y las ideologías dominantes. También pasó revista a las fases que caracterizaron la dictadura hasta 1989.

“Nos cambiaron el país para siempre”, dijo e indicó que el horror vivido no es sinónimo de que no pasó nada. “No es un tema de derecha de izquierda, es un tema de derechos humanos, de verdad, justicia y reparación, luego de sanación y reencuentro”, enfatizó.

En la segunda parte de la jornada de reflexión, dieron a conocer sus planteamientos los dirigentes estudiantiles Pablo Rojas, Ervin Castillo y Alonso Uribe, moderados por Patricio Vásquez.

Otro acto, convocado por estudiantes, se realizó en el acceso al casino al Campus Talca.

Campus Santiago

El Campus Santiago también dedicó parte de la jornada a reflexionar sobre la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado.

El acto fue encabezado por Humberto Nogueira, en su calidad de ex Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, junto al director de la Escuela de Administración Pública y Ciencias Políticas, Gustavo Rayo, el profesor y ex senador, Jaime Gazmuri, y la  directora de la Escuela de Derecho, Carolina Riveros, quien actuó como moderadora.

A través de emotivos testimonios, los académicos analizaron los acontecimientos que precedieron al golpe, para luego relatar cómo se vivieron los 17 años de dictadura y el proceso de transición democrática.

Nogueira destacó que la actividad se realizó en el marco del rol social que le cabe a una  universidad pública, “que es una forma de expresión libre del pensamiento y la reflexión”, al cumplirse cuatro décadas del quiebre democrático.

“Es un momento adecuado para parar en el camino y que la comunidad académica, junto a los estudiantes, puedan reflexionar y preguntarse si lo que sucedió luego de la recuperación de la democracia es algo que debe tener algunas constantes y, al mismo tiempo, recoger algunos elementos de lo que ha sido la memoria histórica del país y si podemos seguir avanzando en verdad y justicia, que es uno de los temas que permanece pendiente, y si, por otra parte, podemos seguir avanzando -de condiciones menos humanas a otras más humanas- de vida, tanto en el plano político, social y cultural”, planteó.

En ese contexto, el docente destacó la importancia de generar espacios para que los jóvenes puedan acceder a información de distintas fuentes respecto de lo ocurrido.

“Es importante el diálogo inter generacional, la posibilidad del contacto y reflexión en conjunto con la generación que vivió esa realidad y que puede transmitir su experiencia para que con ellos que tienen el futuro por delante puedan construir un futuro mejor”, enfatizó.

Por: María Elena Arroyo

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