Dijo que la reconstrucción en el mundo campesino no avanza igual que en las áreas urbanas, porque para una inmensa mayoría de las empresas, no resulta rentable trabajar en el campo. “Esto lo vemos en cada salida a terreno, por lo que en una fecha tan significativa es necesario reiterar nuestra propuesta de generar incentivos para construir en las zonas rurales”, aseguró la parlamentaria.
Un llamado al Gobierno para que en su último año de gestión adopte medidas para que la reconstrucción avance en el mundo rural tal como en las zonas urbanas, formuló la Senadora por el Maule Sur, Ximena Rincón, al cumplirse tres años del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010.
Al respecto, la legisladora recalcó que sin incentivos para las empresas constructoras, los habitantes de extensas zonas campesinas seguirán esperando por soluciones habitacionales.
“Tenemos reclamos permanentes en el campo y que se repiten desde hace tiempo, razón por la cual la Comisión Especial de Reconstrucción en el Senado presentó hace casi dos años un año un proyecto de acuerdo para elevar el monto del subsidio de reconstrucción rural. Esto, porque el problema tiene que ver con una lógica de mercado, ya que las empresas priorizan las zonas urbanas para construir, porque los costos son menores y no tienen que trasladarse decenas de kilómetros para levantar una casa, que es lo que ocurre en el campo y que significa que miles de personas sigan esperando por su vivienda. Llegó la hora de hacer un esfuerzo adicional para que la reconstrucción llegue con fuerza a las zonas campesinas”, puntualizó la parlamentaria.
Agregó que es necesario revisar lo que se ha hecho hasta el momento y tomar las medidas para que sea atractivo para las empresas trabajar en zonas rurales. “Desde el Congreso han salido propuestas, el Gobierno puede tener otras, pero lo importante aquí es que efectivamente haya una reacción ante un problema que es real y que afecta a miles de personas”, precisó la Senadora.
Demoliciones
Ximena Rincón también planteó la necesidad de revisar la situación de miles de inmuebles que resultaron severamente dañados por el terremoto o algunas de sus tantas réplicas y que aún no han sido demolidos.
Añadió que es una situación que no sólo demora la reconstrucción, sino que pone en riesgo a todas las personas que transitan por las cercanías de estas edificaciones.
“Es un problema que se repite en diversas comunas y cuya solución no está en manos de los municipios, porque no cuentan con los recursos para demoler. Hay casos en que los propietarios tampoco tienen el capital para financiar este tipo de labores, por lo que en aras de la seguridad de la población sería importante que el Gobierno financiara por un plazo acotado este tipo de trabajos, de manera de dar un corte definitivo a esta realidad”, concluyó la legisladora.
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