Dijo que siguen apareciendo estudios científicos que cuestionan la inocuidad de alimentos genéticamente modificados, lo que debe llevar a las autoridades a revaluar su introducción en el país. “Nos acabamos de enterar de un estudio realizado en Francia, que determinó que ratas alimentadas con maíz transgénico son más propensas al cáncer y mueren antes que las alimentadas con maíz tradicional. Esto mientras en Chile el Gobierno genera las condiciones para desarrollar esta tecnología cada vez más cuestionada en el mundo”, precisó la legisladora.
Con un nuevo llamado al Gobierno para que revalúe su decisión de impulsar el negocio transgénico en Chile y, por el contrario, apoye su proyecto de moratoria por una década para este tipo de productos, la Senadora por el Maule Sur, Ximena Rincón, reaccionó al estudio de científicos franceses que determinaron que ratas alimentadas con maíz genéticamente modificado sufren de cáncer y mueren antes que aquellas que consumen el mismo cereal en su versión tradicional.
La legisladora recalcó que la investigación no hace más que confirmar las aprehensiones que la comunidad científica tiene sobre los productos transgénicos.
“Esta es una tecnología de alto riesgo, por lo que Chile debería aplicar el principio de precaución y establecer una moratoria por diez años hasta que exista la evidencia total a favor o en contra de la transgenia. De hecho, nos acabamos de enterar de los resultados de un estudio realizado en Francia, que determinó que ratas alimentadas con maíz transgénico son más propensas al cáncer y mueren antes que las alimentadas con maíz tradicional. Esto mientras en nuestro país el Gobierno genera las condiciones para desarrollar esta tecnología cada vez más cuestionada en el mundo”, precisó la legisladora.
En este sentido, recordó que en agosto pasado presentó un proyecto de ley que establece una moratoria a la introducción de los cultivos transgénicos en el mercado interno y, a la vez, obliga al etiquetado de alimentos con esas características.
“Cuesta creer que mientras en el mundo hay más cuestionamientos a la transgenia, en nuestro país el Gobierno apueste por ella sin ninguna preocupación por sus efectos. Hoy por hoy, Chile no realiza estudios toxicológicos respecto de los alimentos transgénicos disponibles en el mercado y tampoco cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica, porque no existe el etiquetado para estos productos”, aseguró la parlamentaria.
Añadió que si Chile aspira a posicionarse como país respetuoso de la inocuidad y la calidad, su proyecto de moratoria debe ser aprobado, porque el concepto global de inocuidad implica alimentos sanos y trazabilidad del contenido integral de los alimentos.
“En el vecindario tenemos dos ejemplos. En Perú se aprobó una moratoria en 2011 y hoy esa decisión es una ventaja comparativa en los mercados mundiales que exigen inocuidad. En Argentina, en cambio, los efectos dramáticos de los cultivos de soya transgénica y de los plaguicidas tóxicos asociados a estos cultivos, han quedado expuestos en el juicio que se desarrolla en estos días en Córdoba, por los casos de malformaciones congénitas y cáncer producto de las fumigaciones aéreas con glifosato y otros plaguicidas peligrosos. ¿Qué ejemplo va a seguir nuestro país? ¿Vamos a cerrar los ojos para poner en riesgo no sólo nuestro potencial agroexportador, sino que también la salud de millones de chilenos? Aún estamos a tiempo para aplicar el principio de precaución, y aplicar una moratoria que abra un período de estudio y discusión sobre el impacto de los cultivos transgénicos”, planteó la Senadora.
Finalmente, Ximena Rincón aclaró que la moratoria propuesta excluye a los semilleros de exportación, cultivos de investigación, productos farmacéuticos y derivados de transgénicos importados para forraje y alimentación humana.

