Carlos Padilla, decano de Salud de la U. de Talca, explicó que “por mucho tiempo se ha considerado el uso de la marihuana para efectos paliativos contra el cáncer, porque produce momentos de bienestar y tranquilidad. Sin embargo, no existen evidencias científicas que avalen esta percepción”.
“Como científico tomo en consideración los estudios realizados por la revista Science y los protocolos de ciencia norteamericanos, que son de mucho prestigio, y que señalan que el consumo de marihuana, particularmente por la sustancia activa que tiene, produce una serie de trastornos a nivel cerebral”, dijo el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Carlos Padilla.
Los trastornos afectan directamente al hipotálamo, explicó. A la memoria y actividades sensoriales, de conocimiento y concentración, que luego de un largo consumo suman daños que son irreversibles sobre todo cuando es utilizada a temprana edad.
“Creo que si se pretende revisar la legislación existente, que penaliza la comercialización por microtráfico, y la marihuana fuera de libre disposición para la comunidad, entonces los menores que aún no crean conciencia comenzarán a consumirla a temprana edad por el amplio acceso que existiría y sufrirán efectos nocivos, que a nivel cerebral son irreversibles”, dijo Padilla.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud explicó que “por mucho tiempo se ha considerado el uso de la marihuana para efectos paliativos contra el cáncer, porque produce momentos de bienestar y tranquilidad, sin embargo, no existen estudios científicos que avalen esa percepción y ese sentimiento tranquilizador para el ser humano”.
El ministro de Salud Jaime Mañalich dijo que los estudios sobre la marihuana tienen «resultados muy contradictorios». La autoridad de Salud opinó en el contexto de la polémica generada cuando el senador Fulvio Rossi (PS) reconoció el consumo ocasional de la sustancia. «Nuestra legislación es ambigua y el debate es legítimo», dijo.

