Comienzan reconstrucción de Iglesia de San Alfonso en Cauquenes

Tras más de dos años de espera y luego de una serie de trámites burocráticos, comenzaron las obras en una de las caras más visibles y símbolo del daño y destrucción del terremoto del 27F de 2010 en Cauquenes.

Hace  más de dos año,  el alcalde Juan Carlos Muñoz, concejales y el padre, Julio Maulen,  llegaron hasta las dependencias del CORE en Talca para solicitar los dineros que permitieran reparar San Alfonso, logrando por unanimidad del Consejo Regional (CORE) la suma de 840 millones 60 mil pesos.


Así quedó el altar principal del templo luego
del terremoto del 27 de febrero de 2010.
En la oportunidad, el hecho fue calificado como histórico por las autoridades comunales y los sacerdotes de la  parroquia. Pero la burocracia reinante hizo temer lo peor, que nunca se reparar una de las caras más visibles de la comuna, y una de las estructuras símbolo que sufrió de peor manera los envates del terremoto del 27 de febrero de 2010. Sin embargo, gracias a la insistencia para solicitar la entrega de los recursos, ahora se dio un nuevo paso, al iniciarse los trabajos de reparación del tradicional templo cauquenino.

El alcalde, Juan Carlos Muñoz, autoridades,  los fieles y padres de esta Casa de Dios estuvieron en la entrega de los terrenos y postura de la primera piedra, que de manera simbólica dio el vamos a las obras que durarán aproximadamente unos 8 meses.

El alcalde Muñoz, no escondió su alegría por el inicio de los trabajos, resaltandpo -eso sí- que éstos deberían haber comenzado hace un año y medio atrás, pero la burocracia existentes (en los organismos regionales involucrados) hicieron que el proyecto, que ya había sido aprobada por el CORE, pasara de una oficina a otra retrasando las obras, incluso, afirmó el edil, se temió por la pérdida  de la iniciativa.

Posteriormente, destacó la forma en que se pudo obtener todo esto, recalcando que se debió al esfuerzo y la unión de todos, sobre todo  del aporte de cauqueninos que han tenido éxito afuera, pero que no se olvidan de su tierra.

Por: Cristián Pérez Musa

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