LCU semillero de líderes políticos

La experiencia de un liceo de Cauquenes da para reflexionar sobre la necesidad de enseñar los valores democráticos en la escuela. Y con las elecciones municipales ad portas, aprovechamos de dar a conocer el nuevo portal ‘Tú Eliges’.

En 1995 las elecciones para el Centro de Alumnos del Liceo Claudina Urrutia de Lavín, de Cauquenes, no tenían ni candidatos, ni interesados en participar. La falta de entusiasmo por los valores democráticos era total.

El cuerpo directivo decidió tomar cartas en el asunto. Formaron un grupo scout, luego involucraron a sus alumnos en los eco clubes, una organización internacional relacionada con la ecología, y en general, iniciaron una política que daba cabida a todas las iniciativas estudiantiles, buscando educar a jóvenes más activos, inquietos e involucrados con la comunidad.

Los frutos se empezaron a ver muy pronto, sus alumnos empezaron a ocupar cargos de importancia en el movimiento estudiantil, luego en los eco clubes y hoy, el director Rafael Pincheira, dice con orgullo que tres de sus ex alumnos son candidatos a concejal.

Lo anterior es una clara prueba de que los valores democráticos pueden enseñarse. Pero ¿por qué hacerlo?

La experiencia del liceo cauquenino dice algo al respecto. De acuerdo al director Rafael Pincheira, al dar a los jóvenes la posibilidad de desarrollar sus talentos, el colegio se hace más visible ante la comunidad: “ahora los papás miran más hacia acá y quieren matricular a sus hijos, y además como nos está yendo mejor en el deporte, los niños buenos deportistas se quieren venir a este colegio”, apunta.

La formación en valores ciudadanos no sólo prepara a los jóvenes para que puedan beneficiarse de las instituciones de la sociedad civil y ejercer plenamente sus derechos, sino también contribuye a mejorar el clima del establecimiento al entregar métodos de resolución pacífica de conflictos.

Los estudiantes devienen más autónomos, al tiempo que adquieren una mayor capacidad de dialogar y expresarse en público, mejorando su autoestima y sus habilidades sociales; se vuelven concientes de su rol en la sociedad y son capaces de actuar sobre su entorno para modificarlo en virtud del provecho colectivo. Aprenden en la práctica que la propia opinión no es necesariamente la más válida, y que se puede enriquecer considerando los puntos de vista de los demás.

Fuente: EducarChile

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